Un ser humano debería destinar el 33% del tiempo al descanso, siendo la única manera de poder garantizar recuperar a través de esta importante actividad reponer la energía necesaria para que podamos rendir en nuestras obligaciones cotidianas.
Dada la preocupación generalizada por la incapacidad de encontrar espacio, lugares, formas y condiciones para descansar, muchos de los profesionales de la salud, han encontrado características que pueden y deben tomarse en cuenta, con el propósito de hacer una evaluación del descanso de un individuo, no solamente para saber si descansa o no, sino para evaluar las condiciones y la calidad de este descanso.
El 33% del tiempo de un ser humano en el día debería estar destinado al descanso, con las implicaciones intelectuales y musculares que implica esta importante actividad. El solo hecho de estar despierto es una actividad, en la que se presentan movimientos intelectuales, físicos y emocionales.
El descanso total y por lo tanto ideal solo se obtiene cuando el ser humano está dormido y por lo tanto es trascendental la búsqueda de la optimización del tiempo y las condiciones para obtenerlo. Las horas que se consumen en el sueño pueden variar por la edad y por la actividad física que se desarrolle, pero en términos generales el promedio de horas que debe dormir una persona está entre cinco a nueve horas por día.
Mientras la persona está dormida, los ritmos de la frecuencia cardíaca y de la respiración disminuyen en intensidad, la actividad muscular es prácticamente ninguna y el cerebro hace su tarea, pero está en un nivel lento de actividad, por lo que todo el ser humano está en descanso, por eso deben cuidarse las condiciones para obtenerlo.
- Se recomienda dormir con las ventanas abiertas para disponer de suficiente oxígeno y ventilación, obviamente mientras el clima lo permita.
- Es inconveniente dormir con plantas en las habitaciones, ya que ellas disminuyen las concentraciones de oxígeno.
- Tampoco se aconseja dormir con mascotas en las habitaciones por la misma razón de las plantas.
- No debe sobrepasarse en la cantidad de horas que se duerme; solo debe dormirse el tiempo suficiente para reponer las energías consumidas en la jornada diaria.
- Hay otras formas de descansar, simplemente haciendo cualquier otra actividad diferente a la del trabajo que se desarrolla habitualmente, como leer un buen libro o una revista, escuchar música o cocinar.
- La actitud frente a la vida es fundamental: estar optimista, de buen humor, evitando mantenerse en los recuerdos dolorosos y tristes de la vida, ayudarán mucho.
- Alejarse de las situaciones de conflicto y enfrentamiento, sobre todo cuando se dan por nimiedades.
- Intentar mantener un estado mental positivo.
- Evitar el consumo de comidas pesadas y muy condimentadas a la hora de dormir.
- No consumir bebidas alcohólicas o estimulantes.
Estas simples recomendaciones contribuirán a tener un descanso tranquilo y placentero.